¿Es de bote? Sí, y a mucha honra y orgullo.

Conservas sostenibles para una cocina actual sin desperdicio

En Heredad Beragu, hotel rural con encanto en Navarra, siempre hemos sido defensores a ultranza de los productos del campo y de proximidad. Desde nuestras tierras, mimadas por el sol y la lluvia, se cultivan con mimo y pasión frutas y verduras de temporada que luego llegan a las mesas de nuestro restaurante para el disfrute de nuestros huéspedes.

Sin embargo, el problema es que el campo lo da todo de una vez y desde tiempos inmemorables el ser humano a buscado formas de mantener y conservar los alimentos para las épocas de escasez. Salado, ahumado y secado fueron las primeras formas de mantener los alimentos en buen estado para su consumo, e incluso el congelado en las zonas más septentrionales.

Será entrado el s.XIX , con la aparición de nuevos métodos de esterilización y enlatado , cuando se produce una auténtica revolución en la alimentación humana con un impacto más que significativo en la historia y que posibilitó que las personas pudiesen consumir alimentos frescos no procesados fuera de temporada.

Esas humildes latas y botes que, a menudo, son infravalorados pero que encierran un tesoro de sabor y tradición son las conservas y sin duda, una opción sostenible que nos permite disfrutar de las bondades del campo durante todo el año. Gracias a los procesos de conservación, podemos alargar la vida útil de los productos, evitando el desperdicio alimentario, una de las mayores lacras de nuestro tiempo.

Pero las conservas no solo son sostenibles, también son socialmente responsables. Detrás de cada lata o bote hay un trabajo artesanal, realizado con mimo y cuidado por las manos expertas de hombres y mujeres del campo. Utilizar conservas en la cocina es también apoyar a la agricultura local, a las pequeñas empresas y a las comunidades rurales, contribuyendo así al desarrollo económico del medio rural.

Y por supuesto, no podemos olvidar el aspecto ambiental. Las conservas son un producto de proximidad. A la carta de Heredad Beragu incorporamos durante el año más de 15 referencias de conservas de Navarra, la mayoría de ellas de Navarra Reyno Gourmet . Esto significa que no requieren de largos transportes que contaminen el medio ambiente. Puede considerarse producto de proximidad ya que no viajan más de 40 km desde el campo y la conservera hasta nuestra cocina reduciendo considerablemente la huella de carbono. Además, los envases de las conservas son reciclables, lo que permite reducir el impacto ambiental de su consumo contribuyendo considerablemente al sistema de economía circular.

Ahora, en el mes de abril, estamos terminando la temporada de alcachofa pero la seguiremos disfrutando todo el año en formato de conserva con el aprovechamiento de los excedentes. Y es también en esta época cuando comenzamos a consumir el delicioso Espárrago de Navarra, que cuando termine su temporada, más o menos a finales de mayo, continuaremos elaborando las propuestas de nuestra carta como por ejemplo los espárragos con huevos escalfados de la Juanica, una auténtica delicia.

Así que la próxima vez que veas una lata o bote en el supermercado, no lo subestimes. Detrás de ese humilde envase hay un mundo de sabor, tradición y sostenibilidad.

Heredad Beragu contra el desperdicio de alimentos.

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